El partido comenzó muy igualado con ambos equipos empujando hacia arriba y el Chelsea creando más peligro que el Barça que no conseguía hacer bien los últimos pases. Entonces el Chelsea se adelantó con un golazo de volea de Essien en el minuto 9.
A partir de aquí el Barça tuvo el dominio e intentó crear ocasiones pero sin éxito mientras el Chelsea sacaba partido en cada pelotazo con un tiro cerca, otro más aún y el Barça sin poder tirar a portería, parecía el fantasma de toda la temporada pero sin peligro, mientras el Chelsea seguía tirando y Valdés luciéndose.
Mientras, el Barça no encontraba a Messi, Alves no centraba bien, no había movimiento, no había un buen pase. Y así llegamos al descanso, con los blaugranas cabizbajos y así se reanuda la segunda mitad, posesión del Barça y enormes oportunidades del Chelsea, el Barça no lo intenta por las bandas pero hay demasiada gente en el medio de ambos equipos, Alves no tiene apoyos.
Entonces, en una de las innumerables contras Anelka se tira al lado de Abidal que era el último hombre, que es expulsado a pesar de que Anelka cayó a un metro de Abidal.
A partir de aquí el Chelsea intenta perder tiempo mientras el Barça se desespera de su falta de ideas y la gran defensa londinense, el Chelsea sigue teniendo oportunidades, el Barça sigue desesperado pero, de repente en el minuto 92 algo cambia, a Alves se le dirige el primer centro al área, se produce el primer pase en el área y el único tiro a puerta del Barça.
Un tiro maravilloso cargando con la ilusión de millones de personas que va a parar en toda la escuadra de Cech. He aquí donde el Quijote, el peleado con el Sol se convierte en un dios azulgrana. En este momento el estadio se desmorona, los seguidores del Barça saltan de alegría gritando al unísono mientras que la mayoría de seguidores del Chelsea irrumpen en sollozos viendo cómo se les va Roma.
Aquí es donde el Chelsea lamenta el tiempo que han perdido y donde el Barça ve recompensada una temporada muy regular con grandes partidos. Y es que este año ya se sabe, Todas las victorias llevan a Roma.
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